El mantenimiento y el cuidado adecuados son cruciales para garantizar la longevidad y precisión de una escuadra. Aquí hay algunas pautas:
Limpieza: Comience inspeccionando la escuadra en busca de suciedad o residuos incrustados en las marcas y grietas. Utilice un cepillo fino, como un cepillo de dientes, para limpiar meticulosamente estas zonas de difícil acceso. Si el cuadrado ha estado expuesto a condiciones particularmente sucias o polvorientas, considere usar un plumero de aire comprimido para desalojar las partículas antes de emplear un paño suave para una limpieza final.
Almacenamiento: Guarde la escuadra en un ambiente con clima controlado para minimizar las fluctuaciones de temperatura y humedad. Si se almacena en una caja de herramientas, agregue paquetes desecantes para absorber la humedad. Para mayor protección, coloque el cuadrado en un estuche acolchado para protegerlo de posibles golpes, rayones u otros daños involuntarios.
Prevención de la corrosión: Priorice la aplicación de un inhibidor de oxidación de alta calidad. Asegúrese de que el cuadrado esté completamente seco antes de aplicar el inhibidor y use un aceite o cera resistente a la corrosión diseñado específicamente para herramientas metálicas. Gire el cuadrado para asegurarse de que el inhibidor llegue a todas las superficies y considere usar un paño sin pelusa para una aplicación uniforme.
Evitar impactos: Inspeccione periódicamente la escuadra para detectar signos de impacto o daño, incluso abolladuras o deformidades microscópicas. Una lupa puede resultar útil para exámenes minuciosos. Si se identifican daños, tome medidas correctivas inmediatas, ya sea limando los bordes ásperos o consultando a un profesional para reparaciones más extensas.
Comprobación de calibración: aumente la precisión de las comprobaciones de calibración utilizando un nivel láser o un buscador de ángulos digital además de los métodos tradicionales. Registre los resultados de la calibración en un libro de registro, anotando cualquier ajuste realizado. Este diario sirve como una valiosa referencia para las tendencias en el desempeño de la plaza a lo largo del tiempo.
Protección de las marcas: para mejorar la durabilidad de las marcas, considere utilizar una capa protectora transparente formulada específicamente para superficies metálicas. Esto puede actuar como una barrera contra la abrasión y la decoloración. En los casos en los que el cuadrado esté sujeto a frecuentes marcas de lápiz, experimente con diferentes durezas de lápiz para encontrar la combinación óptima de legibilidad y longevidad.
Evitar el calor excesivo: implemente un enfoque sistemático para el control de la temperatura permitiendo que la escuadra se equilibre con la temperatura ambiente antes de su uso. Durante condiciones de calor extremo, use cubiertas reflectantes o guarde el cuadrado en un área sombreada para evitar que se caliente excesivamente.
Inspección periódica: ampliar la inspección periódica para incluir una evaluación de la integridad estructural general de la plaza. Compruebe si hay signos de deformación o torsión que puedan comprometer la precisión. Adopte un enfoque proactivo realizando inspecciones incluso si la plaza no se ha utilizado durante un período prolongado.
Manipulación adecuada: Introducir una formación integral sobre las técnicas correctas de manipulación y transporte de la escuadra, enfatizando la fragilidad de sus bordes y la importancia de una manipulación suave. Fomente el uso de cinturones de herramientas o estuches de transporte exclusivos para reducir la probabilidad de caídas o impactos accidentales.
Cuadrado de marco de aluminio